En septiembre comienza el ciclo de reproducción natural de la trucha arcoíris, una especie que, aunque es originaria de los ríos y lagos de norte América, tras ser introducida en nuestro territorio, se convirtió en uno de los símbolos ambientales y turísticos más representativos de Belmira.
De ahí que, año tras año, se decreten restricciones en la pesca para garantizar su supervivencia.
Los detalles en esta nota de Bella Mira Estéreo.