Todos los días desde las 4:30 de la mañana, León Darío Castaño, conocido como “El Monito de la Loma” se levanta a preparar más de 100 buñuelos. Antes de las seis, se pone su delantal blanco, empaca la producción en una canasta roja que cubre con papel para conservar el calor, y sale a venderlos por las calles de Anorí, donde lo esperan sus clientes fieles con una taza de chocolate o café en la mano y los 600 pesitos que vale el buñuelo.
Una historia con mucho sabor que nos llega de Anorí Estéreo.