En Briceño recientemente las personas hablan de los incrementos en el precio de la carne, además, se cuestionan de dónde viene, pues desde que se cerró la planta de beneficio animal en su municipio en el 2016, han enfrentado esta y otras problemáticas de salubridad y medioambientales.
Y es que precisamente, las plantas de beneficio animal son los establecimientos donde se sacrifican los animales que han sido declarados aptos para el consumo humano, y su funcionamiento depende del cumplimiento de requisitos que garanticen calidad e inocuidad en los procedimientos, según la normatividad establecida a nivel nacional.
Beto Agudelo desde Briceño Stereo preparó un informe que recoge el sentir de consumidores y vendedores, quienes finalmente son los que asumen los sobrecostos que implica trasladar los animales hasta la planta más cercana en Yarumal.
Actualmente la región norte cuenta plantas de beneficio animal de reses y porcinos en: Yarumal de carácter pública y regional, Santa Rosa de carácter privada y regional, y en el nordeste, Anorí cuenta con una de carácter pública y para el autoconsumo en el municipio.
En otros municipios del norte, las plantas de beneficio se cerraron en diferentes años, por ejemplo, en Donmatías se cerró en 1991 y desde entonces se abastecen en plantas de Medellín o San José del Nus. En Entrerríos se cerró en 1994 y llevan la carne desde Santa Rosa, en Belmira en 1995, en San Pedro en el 2001, en Valdivia en el 2003, en San José de la Montaña en el 2005 y en Campamento en 2016.